martes, 6 de octubre de 2009

"Te falta un golpe de horno, calabacita"

Dedicado a mi amiga argermana, Lucy del arrabal.

Varón, imaginate un estadio de fútbol, ¿lo tenés?. Genial. Seamos ahora más precisos en la visualización: observá el arco, una mujer lleva la camiseta con el número 9, está lista para ganar, para dejarlo todo en ese partido. Vos estás ansioso, sentadito en la platea más decorosa, con una coca-cola en la mano, esperando que esta chica meta el gol de la historia. De pronto, se te ocurre ser perspicaz y mirar el campo de juego completo. Nadie. No hay nadie ahí para ayudar a esta condenada con la casaca número 9 a que haga ese glorioso gol que estás esperando. "Pucha, qué pena", pensás. Y te vas a dormir la siesta, con tu coca y tu remerita intacta, para soñar ese tanto ganador. "Pucha".

Ahora decime, pedacito de cielo estrellado, ¿qué tenemos que hacer para que entiendan de una vez y para siempre que si una mujer está ahí, bajo el sol, sudando la camiseta, es porque te está invitando a jugar, porque necesita que seas vos, sí, VOS, el que tires el centro que le dé la posibilidad de anotar?

Ya no pedimos cartas de amor, ni serenatas, ni bombones o flores. Lo que te pido es un centro, maestro, ¡un centro!. Y quedate tranquilo, que del gol me encargo yo.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Resulta que o les falta un golpe de horno o se arrebatan y se queman...no hay un punto medio? en el que nadie se sienta ahogado y necesite huir?
Uds "no entienden a las mujeres porque son histericas", debo informarles que a las mujeres tambien se nos hace imposible entenderlos, y la mayoria de nosotras cree que los verdaderos histericos son los muchachos... de hecho tengo fundamentos para defender mi teoria...

Genial esto Noe, te dije que iba a firmar! jajaja

Beso!

Bele

Lucila dijo...

NOEEEE

Primero: estoy emocionada. Me pican las orejas de la emoción.

Segundo: qué claridad! Mis papás, cuando estaba en la crisis adolescente TOTAL, me regalaron un libro que se llamaba... bueno, no me acuerdo cómo se llamaba, pero parecía que era de fútbol por la portada. Pero no: era la adolescencia explicada desde el milagroso juego del balompié. Hoy, con muchísimo más éxito que ese manotazo de ahogado de mis viejos, redactás un fragmento maravilloso y breve que voy a imprimir, guardar y entregar en mano al próximo hombre con el que entre en crisis en el momento de hacerme entender.

Te sigo queriendo taaaanto, aunque seas negra. =P

Til tumorrow.

Marina Stimolo dijo...

Que suerte que ya estoy casada :D
Para empezar, me encanta el nombre de tu blog!
Y que bien relatas las cosas, me hacés reir. Aunque el relato de la vieja del Pago Facil ya lo sabía, me divirtió igual.
Un beso, y gracias por incentivarme a que vuelva al blog.

Noe dijo...

¡ningún varón se atrevió a comentar, muchachas!

Bele, qué bueno que pasaras.

Lula! jajaja, seré negra til ai dai. Espero que no sea el cariño motivo de batahola con tus coterráneos.

Mari! qué lindo que pasaras! Me alegra que te hayas divertido, es la finalidad de toda esta pelotera. Y seguiré incentivando tu blog (a todos los que lean ésto, pásense, verdecactus.blogspot.com, esta chica hace cosas bellísimas) y tus empanadas de zanahoria, jajaja!

Besos enormes!

Viviana dijo...

JAJAJAJAJAAJAJAJAJAJA! Arrugue de barrera, que le dicen... vió? Ningún varón se hizo cargo!
Excelente reflexión.

Luisa Ballentine dijo...

Éste no es el texto original!!!

Jajaja, cuando publicaste yo vine a leer y ahora pasé de nuevo y esto no es lo que leí el primer día. Me gusta más en todo caso.

Noe dijo...

Jajaja, es verdad, Luisi. Inseguridad que le llaman: este es el primero que escribí, luego el otro. Subí primero el otro, luego volví al origen. A mí también me gusta más este.

Y claro, Vivi, arrugue total! qué torterío hermoso se armó en este posteo! (torterío metafórico, claro)

derian dijo...

Me encantan los post con tendencias feministas y que, por ende, encienden a las damas. =P
Lindo el blog, noe. Beso.

Noe dijo...

¡UN HOMBRE, UN HOMBRE!

gracias, Nano. Por mucho que lo odiemos, todas tenemos algo de Para Ti dentro. Beso!

Anónimo dijo...

¿Qué es eso de que los hombres no se animan a comentar tu blog mutante? ¿Nos querés correr por izquierda? Jugás de todo, vos... De 9, de wing... Y después dicen que las mujeres no son futboleras.



:)

Noe dijo...

epa, epa, anónimo, ¿cómo es que juego en todas las posiciones y no me di cuenta? ¿cómo es que no deja su nombre? ¿cómo, cómo?

Anónimo dijo...

¿Qué hacés, Noe? Porque corrés por izquierda, digo (Wing: Delanter@ de punta -izquierda, en este caso). Te cuento que me acordé de tus metáforas futbolísticas porque te estoy preparando un bello regalo de cumpliaños con delay obligado. Por lo demás, si querés saber mi nombre tendrás que adivinarlo.


:o

Noe dijo...

No, otra vez no! jaja. Y nada de regalos -mucho menos futboleros- estamos?.
Beso grande, Santi!

Lucila dijo...

Qué suerte, yo en vez de las azaleas casi te regalo un gato de la fortuna con la casaca de independiente.

Anónimo dijo...

Yo estaba pensando que a veces los hombres no tiran ningun centro no porque no se dan cuenta, sino porque no les interesa la goleadora. Y esto lo digo por experiencia: yo tenia un amigo, mi mejor amigo casi que siempre que tenia problemas con su novia venia a soplarse los mocos conmigo. El siempre me habia gustado, siempre me gustó, y cada vez que se peleaba con la condenada yo estaba ahí, esperando marcar mi tanto.
Y nada che. El hdp estaba enceguecido con la mina, asi que creo que si no tiran el centro es porque lo están haciendo en otro lado.
Muy weno el blos.
Saludets!

Noe dijo...

anónimo/a. es más que muy factible que usté tenga razón, mucha razón.

pucha.

Salute!

Anónimo dijo...

A pleno!
Soy anónima, me llamo Daniela pero no pongo más datos porque me descubrirían y quiero conservar la amistad de este tarado aunque en el fondo todavía esté esperando su centro parada frente al arco.
Creo que es parte de los gajes de las "amistades" que tenemos mujeres y hombres.

Noe dijo...

¿cuánto hace que sostiene esta situación, Daniela? Nono, porque MUCHO tiempo no se puede, che.

O se pierde el interés, o se habla. Ciertas veces el decir ayuda. Hágame caso. Yo sigo manteniendo amistades después de LA CONFESIÓN, y le aseguro que la respuesta del muchacho en cuestión fue tan... básica, por llamarlo de algún modo, que dejó de interesarme.

Pruebe, compañera!!

Beso grande!