a veces me pregunto cuándo cesará esta violencia.
y no hablo de guerras, conflictos políticos, intereses compuestos.
no.
mi violencia.
este bichito podrido que me hace tragar sin masticar.
tal vez cuando deje de ser tan estúpida,
de exponerme a todo y a todos sin reparos.
no sé.
ya van dos días de violencia continuada:
me indignan las actitudes de los demás,
pero más me indigna que me desalienten tanto.
estoy triste.
me peleo con el perro. pobre perro
él sabe que estoy triste, y se me acuesta a los pies.
no se da cuenta que verlo ahí
tan noble, tan amigo,
despierta todas mis ganas de llorar.
qué hijo de puta.
para peor, está lloviendo en Buenos Aires.
.
2 comentarios:
Nooo, el desaliento ajeno ya sabes, una porquería y un reflejo de SUS límites, no de los nuetros. SUS miedos, SUS, SUS, SUS.
Y los animales son lo más noble del mundo. Todos te hacen nanai cuando cae la tristeza, hay que aprovecharlo. Porque después los buscas para jugar y te ignoran tirados en el patio disfrutando la sombra del árbol con cara de "yo no te llamé".
No hay que llorar menos, hay que alegrarse máaaaas. +++++++++
No te olvides jamás que sos la chica de las botas de piel de caimán, no hay nadie como vos en todo Bernal city querida!!
Ah, y llorar saca arrugas, lo acabo de leer en un blog!
Publicar un comentario